Este exquisito plato combina los sabores frescos del mar con la riqueza de la cocina criolla, creando una experiencia culinaria que deleita los sentidos y deja una impresión duradera en quienes lo prueban.
Un legado de tradición
El Rondón Bocatoreño tiene sus raíces en la rica herencia cultural de Bocas del Toro, donde las influencias africanas, indígenas y caribeñas se entrelazan para dar forma a una cocina única y vibrante.
Se dice que los pescadores y lugareños de la región crearon este plato como una forma de aprovechar al máximo los ingredientes disponibles en sus entornos naturales.
El corazón del Rondón Bocatoreño reside en una mezcla armoniosa de mariscos frescos y vegetales tropicales. Entre los ingredientes más comunes se encuentran el pescado blanco, camarones, langostinos, cangrejos, calamares y mejillones, todos ellos capturados en las aguas cristalinas que rodean las islas.
Estos ingredientes se combinan con una variedad de tubérculos como ñame, yuca y plátanos verdes, así como con verduras como cebolla, pimiento y tomate.
La magia de la Leche de Coco
Una de las características más distintivas del Rondón Bocatoreño es su uso generoso de leche de coco.
Esta deliciosa creación se obtiene al rallar la pulpa de coco y exprimir su jugo, que luego se mezcla con agua y se cuela para obtener una leche espesa y cremosa.
La leche de coco se añade al guiso para infundirlo con un sabor tropical único y una textura sedosa que lo distingue de otras versiones de Rondón en Panamá.
Cómo prepararlo
Preparar un Rondón Bocatoreño es todo un ritual culinario que requiere paciencia, habilidad y un toque de creatividad.
Los mariscos y vegetales se cocinan lentamente en una olla grande con la leche de coco y una mezcla de especias que pueden incluir achiote, cilantro, ajo y pimiento picante, entre otros. El resultado es un guiso espeso y aromático que seduce los sentidos y abre el apetito.
Al servir el Rondón Bocatoreño, se suele acompañar de arroz blanco o patacones (plátanos verdes fritos) para crear una comida completa y satisfactoria. Un toque final de cilantro fresco y rodajas de limón añaden un toque de frescura y color al plato, invitando a los comensales a sumergirse en su sabor tropical.