Para estudiar la gastronomía panameña es necesario hacer un recorrido a lo largo de las diferentes etapas de la historia hasta llegar a nuestros días. En la primera etapa, que empezó hace miles de años, nuestros indígenas eran recolectores y cazadores. En la segunda etapa, los indígenas cambiaron su vida a una sedentaria y establecieron sus viviendas en las cercanías de los dos océanos, complementaban su dieta con vegetales y animales domesticados; se empieza a practicar el policultivo, especialmente del maíz, el frijol, yuca y el zapallo.
Orígenes de la gastronomía panameña
La caza era abundante y variada como el venado, conejos, monos, manatíes y otros.; además, se dedicaban a la pesca en marismas de manglares, estuarios y arrecifes de coral. Según unos estudios realizados, el maíz era el plato principal; aunque no era igual en la dieta de todas las etnias, como los ngobe-bugler, los surríes o los doraces, que consumían plátanos y los frutos de una palma, el pixbae y menos maíz.
Entre los Kunas el maíz formaba parte de su dieta diaria, pero el plato tradicional era el Tule masi, que consistía en varios tubérculos y plátanos, además de pescado hervido o asado, condimentados con ají y sal. Por lo tanto, de acuerdo a la zona y al hábitat, la dieta variaba sin olvidar las tradiciones milenarias.
Diversidad en la alimentación indígena
Los pueblos indígenas se alimentaban generalmente de mariscos, maíz, frijol, tubérculos y tomaban bebidas fermentadas de maíz, de caña, de cacao y de piña. Entre los platillos siempre figuraba el Bodochi que acompañaba y actualmente acompaña pescado asado o carne en eventos familiares.
Cuando los Kunas tuvieron contacto con la cocina occidental, traída por los europeos, y les fue permitido trabajar en la zona del canal, introdujeron variaciones en sus platillos autóctonos, que hoy en día llegan a nuestras mesas.