El origen del coco se remonta al principio de los tiempos. Siempre se ha creído que el coco es originario de nuestras playas caribeñas, pero en realidad el cocotal caribeño tiene su origen en el oeste de África y del Océano Índico.
Algo de historia
Nuestros indígenas utilizaban el coco no solamente para tomar el agua, sino también como un remedio para curar todas las enfermedades y con la cascara elaboraban vasos.
El cocotero es una variedad de la playa y su diseminación es gracias al mar. Los cocoteros viven en las cercanías de la costa muy cerca del agua y en climas tropicales o subtropicales.
Para dispersar su semilla, el cocotero deja caer su fruto, el coco, que rueda hasta llegar al agua. Al caer al mar flota protegido por su cascajo, una cáscara exterior gruesa, y recorre grandes distancias y sobrevive, debido a que no necesita mantenimiento.
Al tocar tierra germina la semilla, que es alimentada por el agua que tiene en su interior.
Desde las islas
Los inmigrantes que llegaron a Panamá desde las islas del Caribe trajeron las primeras palmeras que sembraron en la playa. La palma ha sido utilizada en la construcción de viviendas, mientras que sus hojas, su corteza junto con las cascaras del coco han sido usadas en obras de artesanía.
El coco siempre ha sido aprovechado en la preparación de bebidas, como ingrediente especial en el arte culinario, obtención de aceite, esencia de olor y sabor.
En tiempos remotos en Panamá, se preparaba el aceite a partir de la leche de coco, que se dejaba secar al sol durante un día y luego se colaba con una especie de coral, que se encontraba en el mar de Puerto viejo.